viernes, 11 de agosto de 2023

Leche merengada

Foto: micasasostenible


La leche merengada es un postre dulce y cremoso que se prepara hirviendo leche ( más buena aún si es ecológica) con azúcar, canela y cáscara de limón. Una vez fría, se mezcla un merengue, y a la nevera o congelador para conseguir que se tome bien fresquita. Se puede reservar un poco de merengue para decorar añadiendo canela en polvo. 

Ingredientes:

1 litro de leche
200 gr de azúcar
Un trozo de canela en rama
Una cáscara de limón
4 claras de huevo
El doble de azúcar que el peso de las claras
Canela en polvo

Así de fácil:

Poner a cocer a fuego lento la leche con el azúcar, la canela y la cáscara de limón.
Retirar del fuego y retirar la canela y la cáscara de limón.
Enfriar.
Templar las claras en el microondas con el doble de peso en azúcar.
Batir las claras hasta que estén duras.
Mezclar con la leche envolviendo el merengue en ella.
Decorar con merengue que hemos reservado.

sábado, 1 de julio de 2023

Zumo de tomate

Foto: micasasostenible

En verano que menos que un zumo de tomate natural siempre en la nevera. Para este zumo elijo de mi proveedor los tomates de pera para sacar mayor provecho de ellos, y los utensilios que me encanta utilizar son: la thermomix y el "colador chino". ¡Queda bien fino!.

Ingredientes:

Un kilo de tomates de pera
Sal
Pimienta

Así de fácil:

Trocear los tomates
Introducirlos en la thermomix , vaso licuadora o turmix
Añadir la sal y el aceite
Triturar
Pasarlo por el colador chino con la ayuda de la turmix para agilizar el triturado.
Una vez bien triturado apurarlo con la madera del chino 
Servirlo bien frío


sábado, 15 de abril de 2023

Camisetas blancas de algodón

Foto: micasasostenible



Te cuento como consigo tener la ropa bien limpia. Un buen tratado en el lavado es la eficacia. Cada uno conocemos nuestra lavadora, dependiendo de la marca  tiene un cajetín con  varios depatamentos; prelavado, lavado, lejía y suavizante. En el caso de mi lavadora no tiene el de lejía. Es cuestión de estar atenta al primer aclarado para añadir la lejía en este momento. Ahora os cuento como lo hago:

Preparación de la prenda antes de lavar:

Pulverizo cuello, mangas y costuras internas de los hombros con desengrasante KH7
Pongo un programa con prelavado a 40º C. añadiendo un poquito de jabón para ropa blanca en el dosificador de prelavado y  más cantidad en el de lavado. Suavizante en el dosificador correspondiente.
Cuando coge el jabón del prelavado añado un chorro de amoniaco ( esto hace más eficaz el ablandado de la suciedad y prepara al lavado a eliminar la grasa)
Echo otro chorro de amoniaco en el lavado.
Si la lavadora no tiene dosificador para lejía estáis pendientes, y cuando deshecha el agua del lavado preparáis en un recipiente una mezcla de agua con un chorro de lejía para lavadora. 
Cuando el bombo está lleno de agua para aclarar, añadís la mezcla de agua con lejía. De esta manera no caerá la lejía directamente a la ropa y no la dañará. 

Ahora os dejo mi mail para que me preguntéis todo lo que se os ocurra sobre el lavado de la ropa y como conseguirla mantenerla bien limpia.

katyviji@gmail.com


miércoles, 8 de marzo de 2023

Potaje de Vigilia



Foto: micasasostenible

¡En cuaresma, por tradición, consuma bacalao! leí en un rótulo de un establecimiento en Gijón. Y pensé: qué manera tan simpática de vender el producto y que fácil para vivir la cuaresma. Tradición, porque era un pescado económico, fácil de conservar en aquellos tiempos en los que no existían los modernos refrigeradores. Un producto en conserva, que lo tenían todo el año en casa y tiraban de él especialmente el miércoles de ceniza y los viernes de cuaresma.      

Las tiendas especialistas  conocen el producto y exigen y cuidan la calidad de éste. También se vende incluso desalado. Es una técnica que bordan y es muy cómodo. ¡Te lo aconsejo! Si lo compras en conserva, retira la sal que cubre el bacalao, para ello, pon en remojo el día anterior 3 cuartas partes de agua por una de pescado  y cambia el agua cada 8 horas.
Ingredientes:
300 gr. de garbanzos 
500 gr. de espinacas frescas o congeladas.
400 gr. de bacalao salado o desalado
2 cebollas
2 dientes de ajo
1 hoja de laurel
1 huevo duro
1 chorro de aceite de oliva
Sal
Pimentón

Así de fácil:

Ocho horas antes, poner los garbanzos a remojo, previamente lavados, en abundante agua tibia y sal. (el agua de haber estado en remojo la utilizaremos para el cocinado)
Llenar la olla con los garbanzos y la misma agua del remojo estando bien cubierta. 
Ponerlos a cocer con el aceite, laurel, y 1 cebolla. 
Mientras se están cociendo a fuego lento y mediano. Sofreír  en una cazuela, la otra cebolla picada y los dientes de ajos.
Añadir el pimentón con cuidado que no se queme éste. 
Incorporar el bacalao desmenuzado y sin espinas al refrito.
Más tardes añadir las espinacas troceadas.
Le damos un nuevo hervor para que esté todo bien trabado. 
Lo servimos en una cazuela decorado con huevo duro.


miércoles, 21 de febrero de 2018

Cocido madrileño

Foto: micasasostenible


El cocido madrileño como todos los cocidos hay muchísimas maneras de hacerlo. Es cuestión de costumbres autonómicas y familiares. ¿Orden para realizarlo? El que más guste y sobre todo práctico al elaborarlo. Yo lo hago en dos ollas porque las cantidades se lo merecen. Abundante, y tengo para varios días. Lo guardo en  el congelador en  tuppers y voy sacando cuando lo voy necesitando. 


Ingredientes:

Carnes: 

1 pollo
1/2 pieza de gallina
1 kg de panceta fresca
1 kg de tocino fresco
1 kg de morcillo de ternera
1/2 kg de chorizo fresco
1/2 kg de morcilla de cebolla (no de arroz)

Verduras y legumbres:
Un repollo
4 zanahorias
1 rama de apio
Patatas
Laurel
Clavo
Pimienta
1 Kg de garbanzos

Salsa de tomate:

1 Kg de tomates bien maduros
2 cebollas
2 dientes de ajo
Unas hojas de laurel
Sal
Así de fácil:

En una olla con abundante agua poner los ingredientes cárnicos menos la morcilla que la pondremos a cocer los últimos 10 minutos para evitar que se rompa.
En una olla con abundante agua poner los ingredientes vegetales menos el repollo. Los garbanzos previamente en remojo al menos 6 horas en agua templada y sal gruesa.
Trocear el repollo y después de lavado poner a hervir. Escurrir y hacer un refrito de ajo y pimentón donde rehogaremos el repollo.
Poner a fuego suave y en olla express, durante 15 minutos después del silbido, o mínimo dos horas en olla tradicional.
(Si se hacen en olla tradicional ir retirando la espuma que se vaya formando durante la cocción)
Colar los caldos cuidando que las carnes no se rompan (tienen que estar muy blandas pero enteras) y los caldos muy desengrasados.
Presentar el caldo con una pasta fina. Las carnes troceadas en una fuente y las verduras en otra. La salsa de tomate servir a gusto.


sábado, 5 de noviembre de 2016

Preparando la Navidad

Foto: micasasostenible
En noviembre ya me gusta pensar que van quedando menos días para que lleguen las fiestas navideñas. No es lo normal pensarlo con tanto tiempo pero en mí, se da el caso. Por lo general estas fiestas suelen producir agobio, yo  no lo pienso porque me agobien estas fiestas, sino porque me gusta disfrutar preparándolas con tiempo. Esto es precisamente lo que hacen que no me agobien, prepararlas con tiempo. He participado en concursos de villancicos y los he tenido que ensayar con tiempo para que quede una pieza más o  menos digna. A ser posible ganar o quedar en un buen puesto si ello se lo merece. Con las cosas de la casa me pasa lo mismo, con tiempo voy pensando en la decoración, busco las nuevas tendencias o bien con la imaginación al poder, y si miro el bolsillo, hago unas estrellas de cartón pluma que colgadas con hilo de sedal quedan muy bonitas. 
Mientras limpio me voy fijando en los rincones de la casa, para ver dónde puedo colgar alguna estrella; en alguna superficie despejada donde colocar un ángel en señal de espera; y algún centro decorativo que no roben mucho espacio.
Enseguida llega noviembre y ya queda menos para el Adviento. Voy pensando como decorar este año la corona de Adviento, comprar las cuatro velas. En los trayectos al trabajo o mientras hago deporte voy pensando los menús para los días más señalados; la cena de Nochebuena, la comida de Navidad. El día 27 es San Juan y también me gusta cuidar un poco más esta comida, el día de la Sagrada Familia. La cena de Nochevieja me gusta sorprender con un buffet, es algo más informal y salirse de lo habitual puede gustar a los demás, la comida de Año Nuevo y la de Reyes.
En total 6 primeros y segundos platos y un buffet. El tipo de comidas que me gusta es la cocina tradicional de la Navidad. Cada país tiene su tradición y son muy comunes en todas las familias. Me parece la más entrañable, la más familiar. Por así decir son las que más le van a esos días;  consomé, crema de almendras, cardo, sopa de pescado, una crema de marisco. Besugo, salmón, lubina. Lechazo, pavo, pato, oca, pollo de corral, cochinillo, caza. Y de postre compota, tarta de reloj, tronco de navidad, surtidos de polvorones, mazapanes, frutos secos, etc. El buffet nos da opción de hacer cosas que no ponemos durante el año.
Una vez que he pensado todo esto es momento de apuntar. Me siento, cojo papel y lápiz y empiezo hacer menús. Me compensa hacer de un tirón la segunda quincena del mes de diciembre y la primera de enero,  contando  que si sobra algo lo puedo aprovechar y lo pongo a partir del 6:  en croquetitas, suflés, empanadillas, villeroy, etc. O si ha sobrado mucho, que no tiene porqué, se congela y se va sacando en días que vengan mejor. Por ejemplo, para hacer una limpieza más a fondo en la cocina. Después hacer un buen pedido o compra calculando las cantidades para no improvisar, el proveedor por lo general calcula por ración y es el más acertado. Creo que esto economiza mucho y  ahorra tiempo. 
El tema del bolsillo es importante ¿verdad? Sobretodo en estos momentos. Sube más o menos el precio dependiendo de la calidad de los productos. Se puede hacer una sopa de marisco sin gastar mucho dinero si se aprovechan muy bien, por ejemplo, las cabezas y espinas de los pescados y mariscos. Y para terminar un gusto personal: estos platos de Navidad me gustan como son, es decir, en su jugo y el tiempo en hacerse el justo, además son rápidos y la presentación es muy buena. La caza, en cambio macerada el día anterior al que se vaya a cocinar. 

Preparando la Navidad

Foto: micasasostenible
En noviembre ya me gusta pensar que van quedando menos días para que lleguen las fiestas navideñas. No es lo normal pensarlo con tanto tiempo pero en mí, se da el caso. Por lo general estas fiestas suelen producir agobio, yo  no lo pienso porque me agobien estas fiestas, sino porque me gusta disfrutar preparándolas con tiempo. Esto es precisamente lo que hacen que no me agobien, prepararlas con tiempo. He participado en concursos de villancicos y los he tenido que ensayar con tiempo para que quede una pieza más o  menos digna. A ser posible ganar o quedar en un buen puesto si ello se lo merece. Con las cosas de la casa me pasa lo mismo, con tiempo voy pensando en la decoración, busco las nuevas tendencias o bien con la imaginación al poder, y si miro el bolsillo, hago unas estrellas de cartón pluma que colgadas con hilo de sedal quedan muy bonitas. 
Mientras limpio me voy fijando en los rincones de la casa, para ver dónde puedo colgar alguna estrella; en alguna superficie despejada donde colocar un ángel en señal de espera; y algún centro decorativo que no roben mucho espacio.
Enseguida llega noviembre y ya queda menos para el Adviento. Voy pensando como decorar este año la corona de Adviento, comprar las cuatro velas. En los trayectos al trabajo o mientras hago deporte voy pensando los menús para los días más señalados; la cena de Nochebuena, la comida de Navidad. El día 27 es San Juan y también me gusta cuidar un poco más esta comida, el día de la Sagrada Familia. La cena de Nochevieja me gusta sorprender con un buffet, es algo más informal y salirse de lo habitual puede gustar a los demás, la comida de Año Nuevo y la de Reyes.
En total 6 primeros y segundos platos y un buffet. El tipo de comidas que me gusta es la cocina tradicional de la Navidad. Cada país tiene su tradición y son muy comunes en todas las familias. Me parece la más entrañable, la más familiar. Por así decir son las que más le van a esos días;  consomé, crema de almendras, cardo, sopa de pescado, una crema de marisco. Besugo, salmón, lubina. Lechazo, pavo, pato, oca, pollo de corral, cochinillo, caza. Y de postre compota, tarta de reloj, tronco de navidad, surtidos de polvorones, mazapanes, frutos secos, etc. El buffet nos da opción de hacer cosas que no ponemos durante el año.
Una vez que he pensado todo esto es momento de apuntar. Me siento, cojo papel y lápiz y empiezo hacer menús. Me compensa hacer de un tirón la segunda quincena del mes de diciembre y la primera de enero,  contando  que si sobra algo lo puedo aprovechar y lo pongo a partir del 6:  en croquetitas, suflés, empanadillas, villeroy, etc. O si ha sobrado mucho, que no tiene porqué, se congela y se va sacando en días que vengan mejor. Por ejemplo, para hacer una limpieza más a fondo en la cocina. Después hacer un buen pedido o compra calculando las cantidades para no improvisar, el proveedor por lo general calcula por ración y es el más acertado. Creo que esto economiza mucho y  ahorra tiempo. 
El tema del bolsillo es importante ¿verdad? Sobretodo en estos momentos. Sube más o menos el precio dependiendo de la calidad de los productos. Se puede hacer una sopa de marisco sin gastar mucho dinero si se aprovechan muy bien, por ejemplo, las cabezas y espinas de los pescados y mariscos. Y para terminar un gusto personal: estos platos de Navidad me gustan como son, es decir, en su jugo y el tiempo en hacerse el justo, además son rápidos y la presentación es muy buena. La caza, en cambio macerada el día anterior al que se vaya a cocinar.